“Galicia ¿vertical?... y desplomada, y tumbada, y en techo…”
Esto es lo que rezaba, hace ya 20 años, la guía de escalada Galicia vertical,
la cual mostraba casi la totalidad de la información existente en la época
referida a escalada deportiva, recopilada en 18 escuelas que, hasta el momento,
eran prácticamente desconocidas para el resto de escaladores hispanos. Ahora,
dos décadas más tarde, muchos seguirán pensando que las escuelas gallegas siguen
siendo una mera anécdota dentro del mapa escalador español, pero lo cierto es
que, como conjunto, podría considerarse como un destino veraniego muy a tener
en cuenta en los meses de más calor. Tampoco os voy a engañar… Si lo que
buscáis son vías desplomadas de buen canto y grado comercial para engrosar
fácilmente la lista del 8a.nu ya podéis dejar de leer. Lo mismo le diría a los
megalolos que sólo se conforman con vías del octavo hacia arriba ya que, por
desgracia (entiéndase: falta de roca), no es lo que más abunda por estos lares.
Por el contrario, si estáis hartos de pasar calor en esas escuelas de moda
atestadas de gente, os gusta escalar en todo
tipo de rocas y estilos, disfrutáis de la tranquilidad y de unos
paisajes increíblemente salvajes y, como no, os apetece degustar su particular
gastronomía, recordad que allí arriba a la izquierda del todo hay un lugar
llamado Galicia que puede ofreceros unas vacaciones de escalada que jamás
habríais imaginado.
Como ejemplo de todo lo que os estoy contando, os haré un
pequeño resumen de mi última estancia por estas tierras en la que, durante
justo un mes, visité 12 escuelas diferentes en las provincias de A Coruña,
Pontevedra y Ourense. Para que os hagáis una ligera idea de cómo ha cambiado
esto y tomando como referencia la antigua guía os diré que de las 12 escuelas
visitadas sólo los sectores (donde escalamos) de 4 de ellas venían reseñados en
dicho libro. Como veréis, aunque todas comparten el denominador común del
granito, las diferencias de textura, agarres y estilo pueden llegar a ser
abismales, por lo que la variedad está más que asegurada. Lo mismo sucede con
la localización de estos lugares, no siempre aptos para todos los públicos
(especialmente niños) aunque casi siempre espectaculares para la vista. Dicho
todo esto… al ataque.
Partiendo de la base
de que la mayoría de los escaladores viajan en furgo o coche y de que éste es
un ejemplo para gente que vaya de fuera de Galicia (principalmente del centro o
sur de la península), estableceré un orden geográfico empezando por Ourense,
que es lo primero que encontraríamos, para seguir por Vigo, Pontevedra,
Santiago, Costa da morte, A Coruña y, finalmente, Ferrol. Recordad que ni están
todas las que son ni son todas las que están…
Cañón del Sil: Posiblemente la zona con más potencial de
nuevas aperturas de todo Galicia. Se ubica a unos 30 km de Ourense y cuenta con
un buen número de sectores en los que encontraremos todo tipo de grados y
estilos (también vías de autoprotección). Su granito se caracteriza por su
peculiar tonalidad rojiza y por ser generoso en regletas y agarres buenos. En
dos de sus sectores estrella, el Bágoa negra y el Cambo, la proximidad del río
Sil nos permitirá darnos un refrescante chapuzón entre pegue y pegue y nos ofrecerá
otro tipo de alternativas a la escalada como puede ser un paseíto en Kayak.
Para llegar al Cambo, muy probablemente el mejor sector de deportiva de
Galicia, sólo se puede acceder a través del río por lo que es necesario
alquilar algún catamarán o llevar nuestra propia embarcación (unos 30 min en
kayak). Para los días de descanso podemos visitar los cañones estilo turista o
acercarnos hasta Ourense y disfrutar de sus aguas termales y de su magnífica
ruta de tapas y vinos.
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Pasajeros a bordo... |
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Tanta roca puede producir dolor de cuello |
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Otros medios de transporte |
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Viento en popa a todo remo |
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Bea calentando motores en un 6b de la parte inferior |
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Turno de Javi en la misma ruta |
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Dos tomas de Inma encadenando Txemigal, su primer 6b |
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Vista del sector Cambo desde su parte superior |
Oia: Ubicada entre las poblaciones de Baiona y A Guarda,
esta antigua zona de escalada desarrollada por los locales Sabine y Pichu
está viviendo su segunda juventud tras
el excelente trabajo de recuperación llevado a cabo por el grupo de escalada
“Os amigos do grilo”. Además del reequipamiento de la gran mayoría de sus vías,
se han creado un montón de nuevas rutas, acondicionado los pies de vía en los
sectores y desbrozado y abierto de nuevo los caminos que continuamente son
invadidos por la frondosa maleza autóctona de la zona. Sin lugar a dudas una ardua
tarea que ha dado como resultado una bonita zona de escalada de grado
mayoritariamente fácil, en la que podremos admirar una de las puestas de sol
más espectaculares de todo Galicia. Muy cerca de allí, en el municipio de A
Guarda, además de tener otro pequeño sector de escalada podremos visitar el
castro celta de Santa Tecla, uno de los más grandes y mejor conservados de
Galicia.
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Sector La fuente de Oia sumido en la niebla |
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Fisura peleona de El que tubo, retubo, 7a |
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Secuencia de imágenes de la espectacular Super rabuda, 7b+ |
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Dos tomas del espectacular lance de El desconocido 7a+ |
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Anxo Rial bajo su infame proyecto Mierdas consecutivas |
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Increíble atardecer visto desde el sector La fuente |
Monteferro: Se trata de una zona de acantilados ubicada en
la localidad de Nigrán. Al ser granito de costa su textura suele ser bastante
ruda aunque también ofrece variedad y cantidad de agarres. Cuenta con varios
sectores y dificultades que alcanzan el 8a. Aquí ya hay que prestar atención al
estado del mar y hacer una buena
planificación para escalar en los
sectores en los que dé la sombra ya que al sol puede llegar a hacer
mucho calor. Cuenta con una pequeña cueva (Cova do Bacallao) de vías muy
exigentes que goza casi siempre de sombra y en la que podremos poner bien a
prueba nuestra fuerza digital. En muchos de sus sectores tendremos a las Islas
Cíes como telón de fondo y a escasos dos kilómetros las turísticas playas de
Patos y América.
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La teta y el mar, corto y explosivo 7b del sector O centolo de Monteferro |
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Queda usted suspendido, 7c que surca un espectacular techo |
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Panorámica de O centolo con las islas Cíes de fondo |
Faro de Budiño: Uno de los clásicos de la escalada gallega.
Sus pedrolos de más de 100 metros de altura quizás no constituyan el mejor
escenario para las escaladas estivales pero madrugando un poco podremos
degustar algunas de sus joyas, muchas de ellas de escalada de autoprotección.
Éste es un lugar con un marcado carácter y con un estilo de escalada propio no
apto para cualquier escalador. La mayoría son rampas de granito en las que lo
único que encontraremos para progresar serán pequeños cuarzos que sobresalen de
la pared. También encontraremos muchas fisuras, la gran mayoría sin equipar. En
lo estrictamente deportivo hay algunos sectores como la Cantera de Insuas o la
parte izquierda de El casco aunque, repito, la inmensa mayoría de la escalada
se desarrolla en vías de adherencia o fisura. Budiño es uno de esos lugares que
o te encanta o lo odias. Es muy severo para la
piel y muy estresante para los pies (y sobre todo para el coco). Si
queréis darle una oportunidad no olvidéis echar a la mochila unos gatos bien
duros y, si es el caso, toda la cacharrada que tengáis por casa. Quién sabe?,
igual os lleváis una sorpresa…
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Fran en el primer largo de Paxariños, 6b+/c |
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Dos tomas de la mítica y espectacular fisura de Oeste del Primer risco 7b, una de las joyas de Faro de Budiño |
San Cibrán: También conocida como Picoña, se ubica a escasos
kilómetros de Budiño aunque con un acceso totalmente diferente. Su zona antigua
cuenta con una veintena de vías en las que podemos encontrar placas de pitones,
fisuras, corners súper estéticos y algunas rutas duras de tallados. Esta parte
cuenta con sombra por las tardes por lo que podría servir de complemento al ya
mencionado
Budiño. La dificultad media
de estas rutas suele rondar el séptimo grado, alcanzando el 8a+ la más dura de
ellas. Al tratarse de vías cortas su dificultad suele concentrarse en pasos muy
concretos, hecho que, unido a la escasez de rutas duras, dificulta bastante la
progresión de los escaladores en busca de nuevas cotas de dificultad. Pero
desde hace cosa de un año los equipadores locales han venido desarrollando un
nuevo sector en el que están surgiendo vías que poco o nada tienen que ver con
el estilo habitual de la escalada gallega. Se trata de dos bolos lisos gigantes
en los que se ha recurrido de nuevo al tallaje para crear vías desplomadas de
más de 15 metros en las que la resistencia es el nuevo factor determinante.
Puede que este lugar no sea santo de la devoción de todos pero desde luego
ofrece unos recorridos en los que nuestros brazos empezarán a tener sensaciones
similares a las experimentadas en la caliza. También hay placas verticales e
incluso un poco tumbadas pero prácticamente todas tienen algún retocado por lo
que, si sois muy puristas y/o vuestro máximo grado no supera con holgura el 7a,
casi mejor que ni vayáis.
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Nuevo muro de Segad |
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Y sus bonitas y refrescantes pozas |
Y bueno, llegados al ecuador del recorrido es hora de pasar
a la provincia de A Coruña. Hasta ahora hemos visto las escuelas en princio más
calurosas del viaje pero no os despistéis, tened a mano la chaquetita porque
ahora nos vamos a sitios en los que, en pleno agosto, podéis llegar a echar de
menos el plumas de invierno. Avisados quedáis!!!
Pedra Serpal: Este curioso pedrolo con forma de cuña,
visible desde varios kilómetros de distancia, se ubica próximo al pueblo de
Ponte Nafonso, entre las localidades de Noia y Serra de Outes. Como está en lo
alto de un monte en el que no hay árboles sus tres caras escalables están muy
expuestas, tanto al viento, la norte, como al sol la sur por lo que en cosa de
25 metros podemos pasar de un auténtico
congelador a una cabina de rayos uva. Aquí encontraremos vías cortas en un
granito bastante agresivo (en ocasiones recuerda al de Budiño). Las más
difíciles se encuentran en la cara sur (un 7b+ y dos proyectos posiblemente más
duros) que surcan un desplome de unos 12 metros mientras que en la norte, que
cuenta con el mayor número de rutas, las dificultades alcanzan hasta el 6c+.
También hay unas cuantas fisuras para escalar en autoprotección por lo que
considero que es un buen lugar para hacer, al menos, una visita. Las vistas de
la ría de Noia la merecen por sí mismas.
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Llegada a la Pedra Serpal, con la ría de Noia de fondo |
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Cara Oeste de la Serpal, donde se encuentras sus vías más difíciles |
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Últimas luces del día |
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Alfonso en su "Pedrá", 7b+ súper fanático de desplome y regletas |
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Nacho en el principio de la cara Este |
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Alfonso y Nacho pegándose una buena sesión de meter cacharros |
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Nacho en una de las delicadas placas de la cara Este |
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Nacho en una corta aunque generosa ruta del extremo inferior de la cara Este |
Monte Pindo: La “Pedriza” gallega. Cuando llegas al parking
y ves la cantidad ingente de losas y bolos de piedra que hay a lo largo y ancho
de este gran monte no puedes dar crédito a que allí sólo haya
3 o 4 mini sectores de escalada. Pero la
realidad es que a medida que te adentras en él te vas dando cuenta de que los
muros son más tumbados de lo que parecía, más cortos de lo que pensabas y más
irregulares de lo que te gustaría. No así el sector Collado que es el único
que, en mi opinión, merece la pena ser visitado. Una jornada aquí debe ser
planteada como un día de excursión por el monte compaginada con una buena
sesión de escalada ya que el pateo hasta allí, de unos
50 minutos con unos desniveles bastante
considerables y por caminos no aptos para cualquier dominguero, no lo
convierten en el mejor lugar para ir a dar pegues casi todos los días. La pared
en cuestión se ubica en un bonito collado desde el que podemos ver el cabo
Finisterre desde una perspectiva privilegiada y donde los vientos,
cuando la pared está en sombra, pueden llegar
a transformar el escenario en la más inapacible Patagonia. El granito es de
gran calidad y sus
vías, algunas de más
de 30 metros, ofrecen unos cantos y unas formas que nos
harán pasar una jornada de escalada
inolvidable. Hay alrededor de unas 13 vías pero también hay líneas que aún
están por terminar. Por último decir que hay una ruta circular que recorre todo
el Pindo y que justo en su extremo izquierdo (mirando desde el mar) es
donde
se encuentra el mirador del Ézaro,
río que desemboca en el mar a través de una gran cascada y que se ha hecho
famoso en los últimos años por albergar duros finales de etapa de la Vuelta a
España en sus diabólicas rampas que sobrepasan el 20% de desnivel.
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Alfonso comenzando la preciosa Amor a primera arista, una de las joyas de la cueva de Traba |
Cabo Prioriño: Para llegar hasta aquí ya hemos dejado atrás
las ciudades de A Coruña y Ferrol. Aunque cuenta con alguna vía más o menos
vertical esta escuela es famosa por sus característicos y atípicos techos. Es
algo así como el micro Flatanger gallego. Sólo cuenta con siete rutas, todas
ellas hiperdesplomadas, aunque una de ellas, sin lugar a dudas la más
impresionante (Rei Gerión 8a), se encuentra impracticable ya que está pendiente
de ser reequipada. Todas se ubican entre el 6c y el 7b y, como reza el capítulo
correspondiente de la Galicia vertical, en ellas podremos disfrutar de una
jornada de escalada demoledoramente atlética. Dos cosas a tener en cuenta; una
es que sólo goza de sombra durante las mañanas y la otra es que habremos de
prestar especial atención al roce de las cuerdas cuando nos bajemos. Lo más
recomendable es llevar siempre un grigri y bajar rapelando usando al compañero
como contrapeso. Vuestras líneas de vida os lo agradecerán.
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Cabo Prioriño, el micro Flatanger gallego |
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Kraken, un techo en el que si no ves el método no tienes nada que hacer |
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Dos tomas de Fendetestas, quizás la vía menos de techo del sector |
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Momentos de relax entre pegue y pegue |
Cabo Prior: Mi favorita sin lugar a dudas. Ubicada al norte
de Ferrol entre las impresionantes playas de San Jorge y Santa Comba, encontraremos
este salvaje y desconocido lugar en el que hay cientos de increíbles vías
desperdigadas por muchos de los recónditos sectores que aparecen a lo largo y
ancho de todos sus acantilados. Si bien para visitar casi todos los sectores
aquí descritos lo más conveniente es hacerlo de la mano de alguno de sus
locales, aquí se podría decir que es estrictamente obligatorio ya que se trata,
con mucha diferencia, del lugar más expuesto y peligroso de todos los tratados.
Es, de alguna manera, el precio a pagar para poder disfrutar de la gran calidad
que nos ofrece esta extraordinaria escuela. Cuenta con todas las orientaciones
posibles y hay una
gran variedad de
vías, grados y estilos (incluida la autoprotección), todo ello aderezado con
unos paisajes alucinantes que, seguro, no os dejarán indiferentes.
2 comentarios:
Pedazo reportaje crack. Galicia infinita
Buenísimo, ganas de ir por allí! Gracias
Saludos
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