28/10/13

Otoño 2013, Cabeçó d'Or...

Ahora sí que sí... Se terminaron las vacaciones y los viajes veraniegos por lo que es hora de ponerse manos a la obra y darle duro a los deberes de casa, que son muchos y de muy buena calidad. Al igual que el año pasado y como corresponde a estas fechas, prácticamente toda la actividad se está centrando en el Cabeçó d'Or, lugar en el que, tras un verano totalmente seco, hay unas condiciones excepcionales para escalar.
 
Fabián encadenando Clemencia
En el sector principal ha habido muy buenas realizaciones. Trupi se ha hecho con las clásicas Sensación de pinzar 7c, Columneta 8a y Avalon 7c+. David de Redován también consigue Columneta en muy pocos pegues mientras que el destructor de la Vega Baja, Fabián, tumbó la Clemencia 8b e hizo la primera repetición de la nueva versión de Danza Mora, cuya primera ascensión corrió de mi parte. Ambos creemos que puede ser un buen 8a+.

Alex en la excelente Guachinche
No muy lejos de allí, en el sector Sherpita, tuvo lugar la reaparición de alguién al que ya se echaba mucho de menos por estas crónicas, Olivier. Llevaba casi dos años sin escalar con cuerda aunque en verano siempre encontró huecos para trabajar en su proyectazo de psicobloc en los acantilados de Toix. Seguro que no tardará en ponerse en forma.
 
Comenzando Dj Cox
Como digo, escalamos en el Sherpita. Tras calentar en Eyaculador precox 6c Olivier probó suerte en Aguila rosa, quizás el 7b más duro del sector. Le dio dos buenos pegues pero no hubo suerte. Yo tampoco la tuve en De la O, proyecto que ya dejé con una sola caída y que se va perfilando como un explosivo 7c+. A ver si la gente se anima con este sector y van habiendo más opiniones.

Y ahora unos metros más arriba (todavía quedan muchos)
Seguimos para arriba y llegamos al sector de moda, el Sherpa. Allí hay dos nuevas vías para calentar, ambas muy recomendables. Una es Viejos chochos, 6b o b+ bastante técnico y la otra El incombustible, 6c+ que nos puede dar una sorpresa. Alex y yo también hemos resulto otro proyecto llamado Guachinche. Se trata de un 7c+ espectacular que surca una línea impresionante y que así a bote pronto se antoja ya como una de la imprescindibles del sector.

Jorge instalando una reunión intermedia en la interminable A la sombra de mi sombra
Y no menos imprescindible será la Dj Cox, pepinazo sublime que sólo contaba con la ascenión de Sucina y que el sábado tuve la suerte, y el placer, de poder encadenar. Tanto Alex, que la tiene a punto, como yo, opinamos que la cotación inicial de 8a se queda corta ya que nos parece un 8a+ rotundo. Por estos mismos lares Fabian se estrena encadenando la Sherpa 7c y Jorge Cox se lleva Arrecife de coral 7a+ y la Orotava 7b.

Una buena ristra de cintas será necesaria para escalar A la sombra de mi sombra
Ahora nos desplazamos hasta el Racó de Seva, lugar en el que se ha inaugurado un modesto sectorcillo que, de momento, sólo cuenta con dos vías. Se trata del sector Fantasma. Allí Jorge Cox ha hecho un estupendo y laborioso trabajo, pariendo dos buenos y larguísimos rutones, A la sombra de mi sombra, L1 6c+ y L2 7b y Aura, 7c super fanático. A ver si de cara al verano se equipan unas cuantas líneas más ya que da la sombra prácticamente todo el día.

Veis al fantasma???
Y ya para terminar toca repasar otros encadenes importantes. Fabian, a parte de lo ya mencionado, se hace con un par de 8bs en Ricote, Mi calvario y Por la higuera sube mi estela, La putita de Millau (recta) 8a en Sella, Porción-Asterix 8a+ en Orihuela y El techo del tordo 8a en los Techos de Crevillente. El Trupi se lleva Excalibur en Foradá y Ergometría en Sella, dos clásicas de 8a. Para finalizar, Miguel Ángel de Sax consigue Mar de hotel, 7c+ de Rincón Bello. Enhorabuena a todos!!!

14/10/13

GALICIA INDÓMITA: Cabo Prior, Eume e outras malas herbas

... De todos es sabido que su climatología es muy adversa. Que sus paredes, desconocidas para la gran mayoría, nunca alcanzarán la fama y el renombre de otras grandes escuelas. Que sus sectores, parcos en vías y, en ocasiones, de desconocido y complicado acceso, nunca atraerán a un elevado número de escaladores. Que su roca, tosca y agresiva, maltratará implacable la piel de nuestros dedos... pero... y qué más da???

Faro de Cabo Prior, nuestro punto de partida
Cada vez que voy a Galicia y tengo la suerte de poder catar su peculiar granito, ya sea en acantilados, montes, ríos o canteras, tengo la sensación de adentrarme en un lugar en donde la escalada vaga totalmente ajena al trajín actual que vive nuestro deporte. El grado, los pegues, los puntos, el ranking... todo ello queda relegado a un apartadísimo segundo plano tras el que brillan con luz propia los interminables atardeceres, los espectaculares y salvajes escenarios, la fe ciega en nuestros pies, la más depurada técnica, la fuerza necesaria para quedarte de esa regleta imposible...

Paisajes como éste son la tónica habitual de Prior
Me da igual que sean cuartos, sextos o novenos. Las vías de Galicia me encantan!!! Reconozco que para alguien de allí (excepto Víctor de Ferrol) pueden terminar siendo un poco desmotivantes, más aún si el tiempo no acompaña y no tienes la opción de poder viajar para escalar en otros lugares, pero, para mí, el simple hecho de plantarme a pie de cualquiera de sus vías es toda una satisfacción.

La Ventolera, para mí, uno de los sectores más bestiales de Galicia
Pues bien... hace unos días tuve el inmenso placer de poder conocer a fondo una de las escuelas más alucinantes y salvajes de esta tierra, Cabo Prior. Para ello conté con la inestimable colaboración de algunos de los escaladores de Ferrol y de A Coruña, a los cuales le estoy enormemente agradecido, especialmente a Víctor, que ejerció como el mejor guía posible durante toda mi estancia. Todo comenzó el día 11. Tras recoger a Víctor y asentarme en el camping As Cabazas (situado estratégicamente a escasos 2 o 3 km de las paredes) llegamos al faro de Cabo Prior. Desde aquí se accede a cuatro de los sectores de esta escuela. El día era muy ventoso y soplaba viento nordeste. En otros lugares esto puede parecer irrelevante pero aquí, en donde cualquier escalador es un auténtico meteorólogo, tiene connotaciones muy importantes ya que la elección de uno u otro sector dependerá decisivamente de factores como el viento, las mareas y el oleaje (entre otros).

Espectaculares 55 metros de placa del sector La Cormorán
Así pues primeramente nos asomamos a ver de refilón los sectores más orientales del cabo, La Ventolera y La Cormorán. El primero tiene un acceso un poco complicado por lo que sólo vimos las vías de su parte superior. En el segundo en cambio pudimos admirar sin problemas los cincuenta y pico metros de su precioso muro, sin duda uno de los emblemas de la escuela. Tras ello nos volvimos a montar en el coche y nos dirigimos por una pista (no recomendable para algunos turismos) hasta otro aparcadero desde el que se accede a casi todo el resto de sectores. El elegido por Víctor fue El Cable, que estaba resguardado del viento y tenía sombra hasta después del mediodía. Éste consta de dos partes. La primera queda lejos del mar y cuenta con unas vías de placa y un pedrolo espectacular por el que van dos vías más, mientras que la segunda llega prácticamente hasta el nivel del agua, lugar hasta el que llegaremos ayudados de un cable a modo de pasamanos, de ahí su nombre.

Desplome y vías muy deportivas en el sector El Cable
Nosotros fuimos directamente a la parte inferior. Cuenta con unas diez vías, todas ellas de gran calidad y de corte muy deportivo. Calentamos en un 6a+ de la derecha y en un 6c+ cuyos metros finales discurren por un imponente techo. Luego nos metimos en un 7b+ con un paso de bloque en su comienzo y un final bastante físico. Llegados a este punto el sol comenzó a cobrar protagonismo por lo que nos trasladamos al cercano sector del Kioma. Nada más llegar aparecieron Paula y Alfonso y, tras debatir brevemente donde continuaríamos escalando, decidimos regresar de nuevo al Cable. Mientras que Paula y Alfon calentaron nosotros hicimos dos excelentes rutas de la parte izquierda, un 7a precioso de placa vertical y fisura y un 7a+ buenísimo con un diedro técnico y un bombe final bastante intenso.

Paula en el tramo duro de O Aturuxo
Tras esto nos mudamos nuevamente al Kioma, aunque esta vez para quedarnos hasta el final. Pasamos así del agradable solecito a la fría y lúgubre sombra en un abrir y cerrar de ojos. Es lo que tiene este sector. Aquí el mar no llega a ser un problema aunque su presencia no pasa desapercibida. Consta de dos partes bien diferenciadas de las cuales destaca claramente una espectacular placa cortada a cuchillo en donde se encuentran el grueso de las rutas. Justo enfrente aparecen tres vías más aunque de escaso protagonismo si las comparamos con las anteriores. La tarde ya estaba bien avanzada así que nos metimos directamente en el bacalao. Comenzamos por O Aturuxo, un 7a que, al igual que sus dos vías vecinas, Alabuli-eh! y La Máscara, tiene un aspecto infranqueable. Realmente es una combinación de estas dos últimas ya que comparte la mayoría de los seguros de la primera y se desvía hacia la derecha para salir por la segunda.

Placa principal del sector Kioma
Como digo, la pinta desde el suelo es de imposible superior, aunque al final y, como se suele decir por aquí, los cantos haberlos haylos. A pesar de ir con los dedos helados conseguí encadenarla, pero no lo hubiera logrado si no fuera por la insistencia de Víctor en no tirar la toalla cuando ya lo daba todo por perdido. Posteriormente probé La Máscara, placote de 7a+ con un aleje un poco peligroso en su tercera chapa, el cual fue encadenado por Víctor cuando el sol ya se había ocultado bajo el mar. Por su parte, Paula y Alfon le dieron a Tres un saco, un diedro muy chulo de 6b+ y a O Aturuxo. En este sector se encuentra una de las vías míticas de la escuela, la Titanic, una fisura desplomada de 7b+ que se encontraba entre los objetivos prioritarios del viaje pero que, debido al aspecto húmedo de su recorrido y sobre todo a que se nos hizo de noche, sólo pudimos admirar desde el suelo. Otra vez será…

Aquí la húmeda y desplomada fisura de Titanic
Al día siguiente no encontré a nadie para escalar en Prior pero me salió un plan alternativo en la cercana escuela del Eume. Resulta que Alfonso iba a ir por la tarde para terminar de equipar una nueva ruta por lo que no me lo pensé dos veces. Mientras tanto, por la mañana, me dediqué a explorar algunos de los sectores del cabo que aún no había visitado. Comencé por el Zodiaco. Cómodo acceso, sombra todo el día y ocho vías más bien cortas en las que predomina la placa, la fisura y las aristas. Luego conseguí divisar el sector La Costa. Éste se encuentra en el fondo de un acantilado de difícil acceso y, por lo que me dijo Víctor, el pésimo estado de su equipamiento prácticamente imposibilita su escalada.

Sector La Costa
Pintoresco Porto da Cova
Para terminar, cogí el coche y me fui al sector más meridional y apartado de toda la escuela, el Punta Chonco. Para llegar hasta él hay que coger una carretera que nace al sur del cabo y que muere en un pintoresco embarcadero llamado Porto da Cova. Poco antes de llegar a dicho puerto aparece una pista de tierra que hay que seguir con bastante calma hasta llegar al aparcamiento. Una vez allí una senda nos conduce sin problemas hasta las paredes. Como las vías no se ven hasta que estás casi sobre ellas, tardé un rato en encontrarlas. Primero fui a dar a unos muros muy altos y espectaculares pero que estaban sin equipar.

Impresionante sector de Punta Chonco
Comienzo de la nueva vía de Alfonso
Luego, la intuición me llevo a una plataforma de roca desde la que por fin pude contemplar las vías de la parte izquierda del sector. He de decir que la altura y el entorno de estas paredes me impresionó sobremanera. Entre ellas se encuentra Cambio de rumbo 7c+, una de las vías más difíciles de la escuela (sin contar los proyectos). Pero lo mejor estaba por llegar. Aún quedaban tres vías más que se encontraban justo detrás de donde yo estaba y, cuando coroné la piedra que las tapaba y pude ver las tres rutas en todo su esplendor, me quedé automáticamente enamorado de una de ellas. Cuando vi la espectacular línea de No dudes de mis dedos, 7a, fui yo el que no dudó ni un instante de que tenía que escalarla.

Inesperada proa en la que existe un proyectazo de Javier Carreras
Escalando Supergén en la inigualable placa de La Araña
Quedaban varios días por delante así que seguro que engañaría a alguien… Y ya en el Eume me encontré de nuevo con Alfonso. Sólo había estado dos veces allí y la última de ellas allá por julio de 2010. La verdad es que también tenía muchas ganas de volver a visitar esta escuela, otra de las grandes dentro del panorama gallego, ya que, por ejemplo, considero que las placas del sector La Araña  son de una calidad excepcional. Como el sol calentaba con ganas primero nos fuimos a terminar la vía de Alfonso. Éste, junto con otros escaladores, está desarrollando un nuevo sector de vías de adherencia que sin duda hará las delicias de todo aquel que sea fanático de este tipo de escalada. El recorrido ya lo tenía limpio por lo que sólo quedaba probarla en top rope y marcar los puntos de seguro.

Alfonso trabajando en su nueva vía
Nueva toma de Supergén
Y así, tras un pegue cada uno en el que conseguimos descifrar todos los pasos y consensuar la ubicación de los químicos, Alfon se puso manos a la obra y comenzó a “furar”. Mientras tanto yo me dediqué a echarle un ojo a un antiguo proyecto de Javier Carreras situado en una proa desplomada no muy lejos de allí. La ruta tiene una pinta muy buena aunque las zarzas y la maleza se han apoderado totalmente del pie de vía. Una vez rematados los trabajos aprovechamos las últimas luces del día para dar un par de pegues en la citada placa de La Araña. Yo pude darle a Supergén 6c y Simplicísimus 7a+ mientras que Alfon sólo tuvo tiempo para esta última. Sobra decir que, aunque supo a poco, fue un auténtico placer volver a escalar en estas vías tan sumamente técnicas y delicadas.

Metros finales de la vía. Las vistas son brutales
Menudo placote!!!
Y fíjate que poco tardaron en ser escuchadas mis plegarias que al día siguiente y gracias a Pablo, que no dudó en acompañarme, nos fuimos de cabeza a por la No dudes de mis dedos. De primeras tuvimos la torpeza o el despiste de rapelar por la vía de al lado, pensando que así accederíamos mejor al comienzo de la ruta. Luego vimos que la marea aún no había bajado lo suficiente como para asegurar un pie de vía libre de mojaduras. Total que entre que sí y que no, que voy que no voy, perdimos una media hora en ponernos manos a la obra.

Pablo descendiendo al tétrico pie de vía de No dudes de mis dedos
Finalmente conseguimos acceder sanos, secos y salvos a la reunión desde la que, tres metros más arriba, se asegura perfectamente la ruta. Menos mal que, a pesar del aspecto inicial, el tramo hasta llegar a dicha reunión resultó ser bastante fácil. Así pues, una vez instalados en la línea y fuera de peligro de remojones y psicoblocs, llegó la hora de disfrutar. Tras la travesía inicial desde el mar, la vía arrancaba con una fisura diagonal que dejaba el hueco justo para poder empotrar los dedos mientras que la fina placa por la que discurría te obsequiaba con los pies justos para poder ir progresando.

Cálido y acogedor pie de vía. Si os fijáis en la piedra la marea ya había comenzado a bajar
Una gran fisura horizontal ponía fin a este tramo, en donde la vía hacía un cambio de dirección hacia la izquierda y nos conducía a otra fisura vertical de abundante y agradecido canto. Era el momento ideal para descansar y contemplar el espectacular escenario en el que me encontraba. El final de esta fisura dejaba paso a una fina y cuidadosa placa tras la cual ya sólo tenía que incorporarme y salir. Sublime!!! La corazonada no me había engañado. Sin duda alguna acababa de escalar una de las mejores vías de Galicia.

No dudes de mis dedo, una de las líneas más alucinantes que he escalado en Galicia
Hay que agradecer y felicitar a Alejandro Carreño y a Luis Casal por tener la visión y los güevos de haberse subido por ahí hace 25 años. Ole, ole y ole!!! Pablo se llevó la peor parte y “sólo” pudo disfrutar de esta delicatessen escalando de segundo. Te debo una compañero!!! Entre pitos y flautas nos dieron las dos y pico. Era el momento de cambiar de compañero ya que Pablo tenía que marcharse para casa mientras que Víctor, que acababa de llegar, ya estaba preparado para relevarle. Llegaba así la hora de uno de los platos fuertes del viaje, la Johnny Utha.

Y de premio un espectacular paisaje
Sin atender mucho a las sensaciones ni a la climatología nos plantamos en el patagónico sector de La Ventolera. Me atrevería a decir que, al margen del deplorable estado del equipamiento de muchas de sus rutas, éste podría perfectamente ser el sector más fanático y salvaje de toda la comunidad ya que prácticamente todas sus rutas son espectacularmente buenas y bonitas. Y todo ello sin contar con el impresionante entorno en el que se encuentra. Para ir abriendo boca nos metimos en una fisura preciosa llamada Luna rota, un 6b+ que como única pega habría que decir que sólo cuenta con una chapa con argolla como punto de descuelgue. Cuidadín!

Parte superior de La Ventolera por la cual transcurre la impresionante placa de Rainman
Luego ya nos bajamos para abajo y, tras admirar brevemente el resto del sector, me dispuse a probar todo un mito de estas costas, la temible Johnny Utha. Se trata “sólo” de un 7a+ pero sobre ella se cierne un misterioso halo de dureza, temor e incertidumbre que hace que la acometas como al más difícil de tus proyectos. Por si todo esto no fuera suficiente el brillo de su roca presagiaba un tacto “no demasiado adherente” así que me dispuse a subir hasta donde pudiera y luego, ya si eso, pediría el comodín de la caña. Misteriosamente lo que parecía empapado no lo estaba. Se trataba simplemente de una especie de barniz que recubre la roca por lo que el tacto, aunque malo, permitía escalar.

Me parte el corazón, increíble fisura desplomada que todavía espera su primera ascensión
Los primeros metros se desarrollan por un diedro fisurado bastante fácil de ascender. A medida que se va ganando altura el diedro se va complicando hasta convertirse en una bavaresa estricta a través de la cual se accede a un techo en el que abriendo mucho las piernas se puede descansar sin manos. Hasta aquí sería la mitad de la vía y hay que puntualizar un par de cosas. Una es que los seguros alejan lo suficiente como para considerarlos “no aptos para todos los públicos” y la otra es que todos los movimientos había que hacerlos dos veces, una para darles magnesio y con ello algo de tacto y la otra para progresar.

Johnny Utha, sobran las palabras
Salir del techo no es difícil, hay mucho canto y éste se bordea por su parte izquierda hasta llegar a una laja muy buena. Poco a poco el último seguro se va alejando hasta perderse de vista totalmente bajo el techo. A pesar de que la laja es muy buena, los pies van en adherencia y cuando llegas a la altura del siguiente seguro te das cuenta de que éste está demasiado a la izquierda y no se puede chapar. Esta situación se aprecia perfectamente en la foto de Javier Carreras que hay en la página 31 del Galicia Vertical.

Superando el techo central y llegando al fatídico punto clave
Pues bien, llegado a este punto no hay muchas opciones para barajar. Desde luego que la caída no es una de ellas ya que el último seguro, ubicado bajo el techo unos cerca de cuatro metros más abajo, haría que te empotraras literalmente contra la placa inferior importando bastante poco lo bien o mal que te dinamizara tu compañero. Destrepar podría ser una de ellas, con el consiguiente riesgo de un resbalón y por tanto una caída en péndulo totalmente descontrolada. Otra, que la intenté en repetidas ocasiones, fue la de abrir el pie izquierdo a una adherencia pero nunca tuve la más mínima seguridad como para siquiera coger la cinta e intentar meterla.

Aunque no se aprecia muy bien el trazado de la ruta es espectacular
Así que sólo se me ocurrió mirar hacia arriba y proseguir. En algún momento se me llegó a pasar por la cabeza el saltarme el seguro pero rápidamente recordé la máxima que rige este blog “Sólo si es necesario”. Por suerte, únicamente tuve que hacer un movimiento más de pie y mano para encontrar la estabilidad necesaria para chapar el seguro, situado ya a la altura de mi rodilla. Salvado!!! Ya sin peligro para mi integridad física proseguí con la escalada. Unos metros después llegué a una especie de repisa en la que pude volver a descansar y prepararme mentalmente para lo que me quedaba.

Primer tramo de la vía, fisura, diedro y seguros con alegría
Por encima de mí tan sólo había un fisura tras la cual el muro comenzaba a tumbar pero ésta no tenía un aspecto muy amigable. Dos empotres estrictos de dedos me permitieron chapar, no sin cierto nerviosismo, el seguro que protegería el inminente siguiente paso. Sabía que para salir tenía que coger una laja invertida con la mano derecha pero tenía que subir un pie y no era capaz. Al final y, tras una dura batalla, tomé la decisión de subir el pie equivocado, quedándome en una posición en la que lo único que pude hacer fue soltarme. Fue una pena porque, tras mirarme bien el paso, descubrí quen había un pie intermedio que facilitaba enormemente toda la secuencia. Desde ahí hasta arriba (unos 6 metros más) la vía no era díficil, pero el resbaladizo tacto hizo que tuviera que apretar como si de un octavo se tratase.

Coronando Libra, bonita arista del sector Zodiaco
Finalmente llegué a la cadena y como premio a mi gran esfuerzo me encontré dos chapas inox con dos mosquetones de hierro totalmente destruidos por la corrosión. Ante tal muestra de agradecimiento por su parte no pude hacer otra cosa que regalarle un par de cintas y disfrutar de mi regreso a tierra firme. Es curioso pero cuando llegué al suelo, sin punto rojo ni encadene ni "éxito", sentí plenamente la satisfacción de haber realizado, sin ningún lugar a dudas, una de las mejores escaladas de mi vida. Consideré que por ese día ya habíamos tenido bastantes emociones fuertes así que sin más, recogimos y nos fuimos al sector Zodiaco.

Regletas de la fanática Scorpio, una vía de "competi"
Allí se unió al grupo Laura y Andrés (éste ya lo había hecho en La Ventolera) y juntos escalamos hasta que llegó la noche. Le dimos a Libra, una arista de 6b super bonita, Sagitario, otra arista de 6c+ muy técnica y delicada, Scorpio, un 7a de travesía sobre una placa vertical con cantos tipo "competición", super, super fanática y, finalmente, a Capricornio, un 7b que posiblemente sea la vía más espectacular del sector. Aquí Víctor hizo toda una demostración de lo que es encadenar una vía dura con los cantos totalmente mojados. Escalada anfibia en estado puro!!!

Parte superior del Zodiaco en la que destaca la desplomada línea de Capricornio
El día siguiente se presentaba complicado. Esto es Galicia y ya era raro que la lluvia no hubiera hecho acto de presencia. A pesar de las predicciones, bastante negativas, hicimos caso omiso y nos dirigimos nuevamente a la Presa do Eume. Comenzamos escalando Inés y yo. Calentamos en las placas del sector La Kamikaze, en concreto en las vías Moucho V, Hipócritas katólicos 6a+, Apalrrusía 6a+ y So lonely 6b, todas ellas muy técnicas y de adherencia. Paralelamente llegaron Laura y Víctor y, junto a ellos, terminamos de calentar en los bordillos del sector Lenda galega. Hicimos Lovishome 6b y Pingüin 6b+, cortitas pero bastante matonas. Y cuando ya nos disponíamos a probar cosas un poco más serias la lluvia nos obligó a recoger apresuradamente y ponernos a cubierto. Fue bonito mientras duró. Con mucha calma y ya en el bar, nos dedicamos a tomar café, ver la etapa del Angliru en la Vuelta y comentar ampliamente la jugada.

Placas del sector La Kamikaze, lisas, lisas...
Laura calentando en los bordillos del sector Lenda Galega
Una mala tarde la tiene cualquiera...
Con tanta agua tuvimos que ponernos a pescar... cadenas
Ya de regreso en Ferrol vimos que por allí la cosa no había sido tan mala. Nos acercamos a la playa de Doniños y, como no llovía e iba con Víctor, el tío más motivado y optimista del mundo, pues cogimos de nuevo los bártulos y nos acercamos a un sector de Lobadiz muy próximo a dicha playa. Fue increíble ya que entre la poca luz que quedaba, el calor que hacía (se podía escalar perfectamente sin camiseta), un ligero orvallo que comenzó a caer y la extraña roca por la que discurrían las vías, parecía que estábamos en otro planeta. No hubo tiempo para mucho pero aún así hicimos un V de mega canto, un 7a llamado Chamán (con una especie de chorrera de cuarzo) y, casi, otro 7a que hay a la izquierda del anterior. 

Lobadiz. Sólo faltaba el barco de los Goonies
Víctor en un curioso V del sector Chamán
Y ahora en la vía que da nombre al sector
Chorrerita de cuarzo. Como en Rodellar
Y de este modo nos plantamos en el último día de la mini gira ferrolana. Era domingo y en el faro de Cabo Prior nos llegamos a juntar hasta siete escaladores (por lo visto toda una proeza por estos lares). Esta vez tocaba visitar el sector Punta Longa, también conocido como Falcatruada. El sitio es impresionante. Es un conjunto de grandes pedrolos montados sobre unos acantilados brutales que caen en picado hasta el mar. Las vías son generalmente cortas aunque hay alguna, como la Falcatruada, que supera los 20 metros. Tod@s comenzamos haciendo unas vías de fisura en al parte izquierda, Solpor 6a+, Tirolesa V, Ghran sol 6b hasta que llegó la sorpresa y David partió un parabolt ¡¡¡desmontando!!! en la vía La Oreja. Simplemente se agarró a la cinta para pegarse a la pared (ya colgado de la cuerda) y el parabolt se rompió. Que sepáis que, por seguridad, a día de hoy la vía ya está completamente desequipada.

Todo el equipo preparándose para calentar en Punta Longa
Monolito de la Falcatruada
A pesar del susto seguimos escalando, eso sí, comprobando concienzudamente cada seguro cada vez que chapábamos. Poco a poco nos fuimos mudando todos al imponente monolito donde se ubica la Falcatruada. Allí comenzamos por Scooby Doo 6a+ y Contracorriente 6c+, dos vías muy cortas pero muy a bloque. Luego probamos la Falca. Se trata de un 7a+ completísimo que consta de tres partes, una placa vertical física y con canto, una fisura técnica y una placa tumbada en la que apenas había agarres para las manos. Realmente buena. Lástima que un resbalón y la rotura de un garbancito nos privara a Víctor y a mí de su encadene (Víctor ya la tenía encadenada). Para terminar hicimos también La vía del náufrago, un 6c precioso. Y hasta aquí llegó nuestra estancia en Punta Longa.

Laura en la fisura de Ghran Sol y David toqueteando Solpor
Negociando el tramo central de fisura de Falcatruada
Ya de regreso en el parking se replanteó la situación y se acordó visitar otro nuevo sector que Miguel Seoane está desarrollando, el Alcatraz. El nombre ya es bastante sugerente pero es que el sitio es brutal. Aquí el mar es el principal protagonista por lo que mejor no ir si no es con alguien que lo conozca bien. La roca es espectacular y lo que desde el suele puede parecer un 8a puede que luego no llegue ni a 6c. Como de costumbre, apuramos las escaladas hasta el último rayo de luz y, para rematar, nos fuimos todos al bar Campeón a celebrarlo dándonos todos un buen homenaje. 

Otro de los emblemas de Cabo Prior, el sector Punta Xarrido, en el que destacan claramente los 35 metros del precioso Diedro del Linarugo
Laura escalando en las alucinantes paredes del sector Alcatraz
Todo lo bueno se acaba así que al día siguiente y bajo una débil llovizna, recogí todas mis cosas y me fui para Herbón. Me hubiera quedado un mes más pero... la familia también me reclamaba.
Ya en mi pueblo me las arreglé para visitar una mañana la escuela de O Lapido, a escasos dos kilómetros de mi casa. Fue, como no, en compañía de Marcos y Chenlú, los padres de la criatura. Comenzamos por una vía nueva llamada Alacant a la que los tres le dimos 6b. Luego calentamos en Más que perros, 6a, y nos fuimos directos a ver si resolvíamos Corría el 2011, vía a la que se le habían descifrado los pasos pero que aún seguía sin encadenar.

Chenlu en Alacant, una de las últimas vías de O Lapido
Mas que perros, buena vía para ir calentando neumáticos
Tras unos cuantos intentos conseguí sacar la secuencia logrando finalmente el encadene. Marcos y Chenlu no tuvieron opción y es que el paso es claramente morfológico y mucho más fácil para la gente alta. Yo creo que 7a puede ser una cotación acertada aunque como siempre habrá que esperar la opinión de los futuros repetidores. También pude visitar una tarde la cantera de Moraña en la que nuevamente Marcos y Chenlu han hecho un buen trabajo, todavía pendiente de finalizar. Primero escalamos en unas placas ligerísimamente desplomadas y luego en unas planchas tumbadas de adherencia. El día que estén todas las vías terminadas será un lugar bastante interesante. 

Chenlu nuevamente asegurado por Marcos Horton, los dos creadores de la escuela de O Lapido
En Galicia en general y en O Lapido en particular el pisar bien se convierte en algo fundamental. Menos mal que llevaba Gat Fricción, una "gomática" cinco estrellas que superó con nota el duro examen del exigente granito galaico
Y bueno, tras una semana de familia, turismo y comilonas, llegó la hora de despedir la escalada en Galicia en este 2013. En compañía de Pablo, Víctor y Andrés pude disfrutar nuevamente de una gran jornada en la Presa do Eume. Comenzamos siguiendo el protocolo ferrolano y calentamos en las cortas pero intensas vías del Lenda galega. En esta ocasión fueron Lavacú 6a+/b y Acuática 6b/+ las rutas elegidas. Posteriormente le dimos a toda una clásica de la escuela, la Capitán invierno, arista técnica que ha supuesto el primer séptimo de muchos escaladores/as de la zona. De ahí pasamos a Presa del pánico, un 7b+ super fanático, en el que cuando descubres el porqué de su nombre te da la risa y se te cierra un poco el ojete, aunque no hay que preocuparse, ya que está todo más que homologado. Aquí hubo que emplearse a fondo ya que se trata de una vía desplomada con cantos romos y planos, muy de gesto. De cualquier manera vía imprescindible para todo aquel que esté en el grado.

El Eume, paraíso de interminables rampas de adherencia de hasta 300 metros
Víctor, asegurado por Pablo, calienta en Lavacú
Dos habitantes de la escuela salen de un antiguo barreno para vigilar a ver si alguien se escaquea de la vía
Comenzando la vía Acuática
Víctor nuevamente en el duro comienzo de la susodicha Acuática
Y finalmente en la cadena
Luego le tocó el turno a Borrachos como cubas, un 7a+ con movimientos muy amplios y atléticos en el que Andrés me guió teledirigido de principio a fin. Víctor se lio con La Araña, antigua vía de artificial que da nombre al sector y que ahora se traduce como 7b. A mí también me "picó" la Araña, digo la curiosidad, y uní fuerzas con él para lograr descifrar su extraño paso clave. Finalmente la jornada, y con ello esta gira gallega, se cerró con un buen pegue a una de las exquisitas placas de esta escuela, Er Bacallao, 6c+ que habrá que volver a intentar en otra ocasión (aquí no se regala nada!!!)

Víctor en el paso duro de Acuática
Primeros metros de Capitán Invierno
Otra toma de Capitán Invierno, una de las vías más clásicas del lugar
Presa del Pánico, comienzan las hostilidades
Andrés en el mismo tramo duro
A diferencia de la mayoría esta vía desploma en gran parte de su recorrido
Y esto es todo amigos. Que sepáis que todo aquel o aquella que haya sido capaz de leerse este tostón desde el principio será recompensad@ con un premio que podrá pasar a recoger en las oficinas centrales del Sáltatela, en horario de escalada, de lunes a domingo. Gracias por malgastar un rato de vuestra vida leyendo algo de lo aquí escrito. Seis unos fanómenos!!!

Como se puede intuir es en este paño donde se encuentran las vías más difíciles de la escuela
Aquí a punto de salir del desplome
Y aquí ya incorporado en la placa final
Víctor en el paso duro de La Araña
Movimientos finales para entrar a cadena
Er Bacallao, buena manera de despedir el viaje
PD 1: Agradecer nueva y reiteradamente la hospitalidad de todos los que me acompañaron a escalar durante este viaje.

La proteína no debe faltar en este tipo de situaciones
PD 2: Agradecer igualmente la gran labor llevada a cabo por todos aquellos que equipan, reequipan y mantienen todas estas zonas con el esfuerzo y el trabajo que ello conlleva. Gracias!!!

Y por lo bien que lo hemos hecho... unas tapitas pal pecho
PD 3: Aquí os dejo el enlace de dos vídeos del Eume y O Lapido por si os pica la curiosidad de lo que se puede encontrar por allí. A disfrutar que son dos días, y recordad...Galicia calidade!!!