25/9/17

Galicia ¿¿¿vertical???

“Galicia ¿vertical?... y desplomada, y tumbada, y en techo…” Esto es lo que rezaba, hace ya 20 años, la guía de escalada Galicia vertical, la cual mostraba casi la totalidad de la información existente en la época referida a escalada deportiva, recopilada en 18 escuelas que, hasta el momento, eran prácticamente desconocidas para el resto de escaladores hispanos. Ahora, dos décadas más tarde, muchos seguirán pensando que las escuelas gallegas siguen siendo una mera anécdota dentro del mapa escalador español, pero lo cierto es que, como conjunto, podría considerarse como un destino veraniego muy a tener en cuenta en los meses de más calor. Tampoco os voy a engañar… Si lo que buscáis son vías desplomadas de buen canto y grado comercial para engrosar fácilmente la lista del 8a.nu ya podéis dejar de leer. Lo mismo le diría a los megalolos que sólo se conforman con vías del octavo hacia arriba ya que, por desgracia (entiéndase: falta de roca), no es lo que más abunda por estos lares. Por el contrario, si estáis hartos de pasar calor en esas escuelas de moda atestadas de gente, os gusta escalar en todo  tipo de rocas y estilos, disfrutáis de la tranquilidad y de unos paisajes increíblemente salvajes y, como no, os apetece degustar su particular gastronomía, recordad que allí arriba a la izquierda del todo hay un lugar llamado Galicia que puede ofreceros unas vacaciones de escalada que jamás habríais imaginado.

Como ejemplo de todo lo que os estoy contando, os haré un pequeño resumen de mi última estancia por estas tierras en la que, durante justo un mes, visité 12 escuelas diferentes en las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense. Para que os hagáis una ligera idea de cómo ha cambiado esto y tomando como referencia la antigua guía os diré que de las 12 escuelas visitadas sólo los sectores (donde escalamos) de 4 de ellas venían reseñados en dicho libro. Como veréis, aunque todas comparten el denominador común del granito, las diferencias de textura, agarres y estilo pueden llegar a ser abismales, por lo que la variedad está más que asegurada. Lo mismo sucede con la localización de estos lugares, no siempre aptos para todos los públicos (especialmente niños) aunque casi siempre espectaculares para la vista. Dicho todo esto… al ataque.

Partiendo de la  base de que la mayoría de los escaladores viajan en furgo o coche y de que éste es un ejemplo para gente que vaya de fuera de Galicia (principalmente del centro o sur de la península), estableceré un orden geográfico empezando por Ourense, que es lo primero que encontraríamos, para seguir por Vigo, Pontevedra, Santiago, Costa da morte, A Coruña y, finalmente, Ferrol. Recordad que ni están todas las que son ni son todas las que están…

Cañón del Sil: Posiblemente la zona con más potencial de nuevas aperturas de todo Galicia. Se ubica a unos 30 km de Ourense y cuenta con un buen número de sectores en los que encontraremos todo tipo de grados y estilos (también vías de autoprotección). Su granito se caracteriza por su peculiar tonalidad rojiza y por ser generoso en regletas y agarres buenos. En dos de sus sectores estrella, el Bágoa negra y el Cambo, la proximidad del río Sil nos permitirá darnos un refrescante chapuzón entre pegue y pegue y nos ofrecerá otro tipo de alternativas a la escalada como puede ser un paseíto en Kayak. Para llegar al Cambo, muy probablemente el mejor sector de deportiva de Galicia, sólo se puede acceder a través del río por lo que es necesario alquilar algún catamarán o llevar nuestra propia embarcación (unos 30 min en kayak). Para los días de descanso podemos visitar los cañones estilo turista o acercarnos hasta Ourense y disfrutar de sus aguas termales y de su magnífica ruta de tapas y vinos.

Pasajeros a bordo...
Tanta roca puede producir dolor de cuello
Otros medios de transporte
Viento en popa a todo remo
Bea calentando motores en un 6b de la parte inferior
Turno de Javi en la misma ruta

Dos tomas de Inma encadenando Txemigal, su primer 6b
Vista del sector Cambo desde su parte superior
Oia: Ubicada entre las poblaciones de Baiona y A Guarda, esta antigua zona de escalada desarrollada por los locales Sabine y Pichu está  viviendo su segunda juventud tras el excelente trabajo de recuperación llevado a cabo por el grupo de escalada “Os amigos do grilo”. Además del reequipamiento de la gran mayoría de sus vías, se han creado un montón de nuevas rutas, acondicionado los pies de vía en los sectores y desbrozado y abierto de nuevo los caminos que continuamente son invadidos por la frondosa maleza autóctona de la zona. Sin lugar a dudas una ardua tarea que ha dado como resultado una bonita zona de escalada de grado mayoritariamente fácil, en la que podremos admirar una de las puestas de sol más espectaculares de todo Galicia. Muy cerca de allí, en el municipio de A Guarda, además de tener otro pequeño sector de escalada podremos visitar el castro celta de Santa Tecla, uno de los más grandes y mejor conservados de Galicia.

Sector La fuente de Oia sumido en la niebla
Fisura peleona de El que tubo, retubo, 7a




Secuencia de imágenes de la espectacular Super rabuda, 7b+

Dos tomas del espectacular lance de El desconocido 7a+
Anxo Rial bajo su infame proyecto Mierdas consecutivas
Increíble atardecer visto desde el sector La fuente
Monteferro: Se trata de una zona de acantilados ubicada en la localidad de Nigrán. Al ser granito de costa su textura suele ser bastante ruda aunque también ofrece variedad y cantidad de agarres. Cuenta con varios sectores y dificultades que alcanzan el 8a. Aquí ya hay que prestar atención al estado del mar y hacer una buena  planificación para escalar en los  sectores en los que dé la sombra ya que al sol puede llegar a hacer mucho calor. Cuenta con una pequeña cueva (Cova do Bacallao) de vías muy exigentes que goza casi siempre de sombra y en la que podremos poner bien a prueba nuestra fuerza digital. En muchos de sus sectores tendremos a las Islas Cíes como telón de fondo y a escasos dos kilómetros las turísticas playas de Patos y América.


La teta y el mar, corto y explosivo 7b del sector O centolo de Monteferro

Queda usted suspendido, 7c que surca un espectacular techo
Panorámica de O centolo con las islas Cíes de fondo
Faro de Budiño: Uno de los clásicos de la escalada gallega. Sus pedrolos de más de 100 metros de altura quizás no constituyan el mejor escenario para las escaladas estivales pero madrugando un poco podremos degustar algunas de sus joyas, muchas de ellas de escalada de autoprotección. Éste es un lugar con un marcado carácter y con un estilo de escalada propio no apto para cualquier escalador. La mayoría son rampas de granito en las que lo único que encontraremos para progresar serán pequeños cuarzos que sobresalen de la pared. También encontraremos muchas fisuras, la gran mayoría sin equipar. En lo estrictamente deportivo hay algunos sectores como la Cantera de Insuas o la parte izquierda de El casco aunque, repito, la inmensa mayoría de la escalada se desarrolla en vías de adherencia o fisura. Budiño es uno de esos lugares que o te encanta o lo odias. Es muy severo para la  piel y muy estresante para los pies (y sobre todo para el coco). Si queréis darle una oportunidad no olvidéis echar a la mochila unos gatos bien duros y, si es el caso, toda la cacharrada que tengáis por casa. Quién sabe?, igual os lleváis una sorpresa… 

Fran en el primer largo de Paxariños, 6b+/c

Dos tomas de la mítica y espectacular fisura de Oeste del Primer risco 7b, una de las joyas de Faro de Budiño
San Cibrán: También conocida como Picoña, se ubica a escasos kilómetros de Budiño aunque con un acceso totalmente diferente. Su zona antigua cuenta con una veintena de vías en las que podemos encontrar placas de pitones, fisuras, corners súper estéticos y algunas rutas duras de tallados. Esta parte cuenta con sombra por las tardes por lo que podría servir de complemento al ya mencionado  Budiño. La dificultad media de estas rutas suele rondar el séptimo grado, alcanzando el 8a+ la más dura de ellas. Al tratarse de vías cortas su dificultad suele concentrarse en pasos muy concretos, hecho que, unido a la escasez de rutas duras, dificulta bastante la progresión de los escaladores en busca de nuevas cotas de dificultad. Pero desde hace cosa de un año los equipadores locales han venido desarrollando un nuevo sector en el que están surgiendo vías que poco o nada tienen que ver con el estilo habitual de la escalada gallega. Se trata de dos bolos lisos gigantes en los que se ha recurrido de nuevo al tallaje para crear vías desplomadas de más de 15 metros en las que la resistencia es el nuevo factor determinante. Puede que este lugar no sea santo de la devoción de todos pero desde luego ofrece unos recorridos en los que nuestros brazos empezarán a tener sensaciones similares a las experimentadas en la caliza. También hay placas verticales e incluso un poco tumbadas pero prácticamente todas tienen algún retocado por lo que, si sois muy puristas y/o vuestro máximo grado no supera con holgura el 7a, casi mejor que ni vayáis.

Una de las caras más "fáciles" del nuevo sector de San Cibrán
Cara desplomada donde se encuentran las rutas más duras y resistentes
Pero todavía queda mucho por hacer...
Segad: Esta pequeña escuela cercana a Caldas de Reis ha visto como en poco más de dos años ha pasado del más absoluto olvido y abandono a una renovación total de sus itinerarios y a la creación de otros nuevos en búsqueda de grados de dificultad nunca antes alcanzados. Los artífices de tal gesta han sido principalmente Ernesto, Pablo, Miguel y Alberto, escaladores de Santiago que, ante la falta de roca por la zona, vieron aquí la oportunidad de recuperar un terreno de juego que estaba prácticamente perdido. Si bien la orientación del sector principal es totalmente sur y, por ello, muy calurosa para el verano, la aparición de un nuevo muro al otro lado del río ha supuesto el complemento ideal para poder escalar fresco durante las tardes de verano. Además como digo, las vías resultantes han aumentado el grado general de la escuela ya que casi todas ellas superan el séptimo grado. Ni que decir tiene que un chapuzón en alguna de las idílicas pozas que forma el río Umia es cita más que obligada (encadenéis el proyecto o no)

Nuevo muro de Segad
Y sus bonitas y refrescantes pozas
Y bueno, llegados al ecuador del recorrido es hora de pasar a la provincia de A Coruña. Hasta ahora hemos visto las escuelas en princio más calurosas del viaje pero no os despistéis, tened a mano la chaquetita porque ahora nos vamos a sitios en los que, en pleno agosto, podéis llegar a echar de menos el plumas de invierno. Avisados quedáis!!!

Pedra Serpal: Este curioso pedrolo con forma de cuña, visible desde varios kilómetros de distancia, se ubica próximo al pueblo de Ponte Nafonso, entre las localidades de Noia y Serra de Outes. Como está en lo alto de un monte en el que no hay árboles sus tres caras escalables están muy expuestas, tanto al viento, la norte, como al sol la sur por lo que en cosa de 25 metros podemos  pasar de un auténtico congelador a una cabina de rayos uva. Aquí encontraremos vías cortas en un granito bastante agresivo (en ocasiones recuerda al de Budiño). Las más difíciles se encuentran en la cara sur (un 7b+ y dos proyectos posiblemente más duros) que surcan un desplome de unos 12 metros mientras que en la norte, que cuenta con el mayor número de rutas, las dificultades alcanzan hasta el 6c+. También hay unas cuantas fisuras para escalar en autoprotección por lo que considero que es un buen lugar para hacer, al menos, una visita. Las vistas de la ría de Noia la merecen por sí mismas.

Llegada a la Pedra Serpal, con la ría de Noia de fondo
Cara Oeste de la Serpal, donde se encuentras sus vías más difíciles
Últimas luces del día
Alfonso en su "Pedrá", 7b+ súper fanático de desplome y regletas
Nacho en el principio de la cara Este



Alfonso y Nacho pegándose una buena sesión de meter cacharros
Nacho en una de las delicadas placas de la cara Este
Nacho en una corta aunque generosa ruta del extremo inferior de la cara Este
Monte Pindo: La “Pedriza” gallega. Cuando llegas al parking y ves la cantidad ingente de losas y bolos de piedra que hay a lo largo y ancho de este gran monte no puedes dar crédito a que allí sólo haya  3 o 4 mini sectores de escalada. Pero la realidad es que a medida que te adentras en él te vas dando cuenta de que los muros son más tumbados de lo que parecía, más cortos de lo que pensabas y más irregulares de lo que te gustaría. No así el sector Collado que es el único que, en mi opinión, merece la pena ser visitado. Una jornada aquí debe ser planteada como un día de excursión por el monte compaginada con una buena sesión de escalada ya que el pateo hasta allí, de unos  50 minutos con unos desniveles bastante considerables y por caminos no aptos para cualquier dominguero, no lo convierten en el mejor lugar para ir a dar pegues casi todos los días. La pared en cuestión se ubica en un bonito collado desde el que podemos ver el cabo Finisterre desde una perspectiva privilegiada y donde los vientos, cuando la pared está en sombra, pueden llegar a transformar el escenario en la más inapacible Patagonia. El granito es de gran calidad y sus vías, algunas de más de 30 metros, ofrecen unos cantos y unas formas que nos  harán pasar una jornada de escalada inolvidable. Hay alrededor de unas 13 vías pero también hay líneas que aún están por terminar. Por último decir que hay una ruta circular que recorre todo el Pindo y que justo en su extremo izquierdo (mirando desde el mar) es donde  se encuentra el mirador del Ézaro, río que desemboca en el mar a través de una gran cascada y que se ha hecho famoso en los últimos años por albergar duros finales de etapa de la Vuelta a España en sus diabólicas rampas que sobrepasan el 20% de desnivel.

Extremo norte del monte Pindo visto desde el mirador del Ézaro
Uno de los anecdóticos sectores que nos encontraremos de camino hacia el Collado
Porque aunque no lo parezca, las posibilidades son bastante escasas
Aunque no todo está todavía explorado...


Tres perspectivas del bonito sector Collado
Cabo Vilano: A los pies de uno de los faros más imponentes y bonitos de toda la Costa da morte encontramos las curiosas formaciones de este peculiar granito que, en ocasiones, ofrece rutas que parecen sacadas de una competición de los años 90. En la actualidad cuenta con sólo una decena de vías que van desde el 6b en autoprotección hasta un proyecto que casi seguro será octavo, aunque la media se sitúa entorno al 7a. Las mejores líneas quizás están aún por equipar y es que en cada uno de los tres mini sectores existentes hay unos trazados que están pidiendo a gritos ser escalados. El sol entra a partir del mediodía pero suele ser un lugar muy expuesto al viento por lo que igual lo mejor que nos puede pasar es que éste nos dé de lleno para calentarnos. Ya como alternativa turística y, al margen del propio faro, muy cerca de allí encontraremos el pueblo de Camariñas, muy conocido por sus famosos encajes de bolillos.

Imponente y turístico faro de Cabo Vilano
Uno de los peculiares y estéticos sectores de Cabo Vilano



Cuatro tomas de Miguel en una delicadísima placa con cantos naturales que parecen pegados con sika

Dos tomas de Alfonso en otra placa híper técnica marca de la casa

Alfonso y Miguel en un desplomado 6c del sector intermedio
Traba: Muy cerca del anterior lugar y un poco  hacia el interior encontramos este curioso paraje salpicado de grandes moles graníticas en las que conviven tanto vías de escalada como bloques de todo tipo y dificultad. Las vías se dividen en tres sectores. Dos de ellos son de intimidantes placas en las que apenas se ven cantos mientras que el tercero lo conforma una atípica cueva en la que encontraremos líneas ya contrastadas de hasta 8b+. Aquí el granito es bastante agresivo por lo que, unido a la dureza de la gran mayoría de rutas (de séptimo para arriba), lo convierten en un lugar ciertamente hostil si no se tiene el suficiente nivel. Goza de sombra por la tarde por lo que, al igual que hicimos nosotros, podría ser el complemento ideal de Cabo Vilano para los días más calurosos. Pero si lo que preferís es daros un buen chapuzón en las refrescantes aguas del Atlántico, muy cerca de allí encontraréis la famosa playa de Traba de Laxe. Por si acaso no os  metáis de golpe, no vaya a ser que se os funda el termostato…

Alfonso comenzando la preciosa Amor a primera arista, una de las joyas de la cueva de Traba
Cabo Prioriño: Para llegar hasta aquí ya hemos dejado atrás las ciudades de A Coruña y Ferrol. Aunque cuenta con alguna vía más o menos vertical esta escuela es famosa por sus característicos y atípicos techos. Es algo así como el micro Flatanger gallego. Sólo cuenta con siete rutas, todas ellas hiperdesplomadas, aunque una de ellas, sin lugar a dudas la más impresionante (Rei Gerión 8a), se encuentra impracticable ya que está pendiente de ser reequipada. Todas se ubican entre el 6c y el 7b y, como reza el capítulo correspondiente de la Galicia vertical, en ellas podremos disfrutar de una jornada de escalada demoledoramente atlética. Dos cosas a tener en cuenta; una es que sólo goza de sombra durante las mañanas y la otra es que habremos de prestar especial atención al roce de las cuerdas cuando nos bajemos. Lo más recomendable es llevar siempre un grigri y bajar rapelando usando al compañero como contrapeso. Vuestras líneas de vida os lo agradecerán.

Cabo Prioriño, el micro Flatanger gallego
Kraken, un techo en el que si no ves el método no tienes nada que hacer

Dos tomas de Fendetestas, quizás la vía menos de techo del sector

Momentos de relax entre pegue y pegue
Cabo Prior: Mi favorita sin lugar a dudas. Ubicada al norte de Ferrol entre las impresionantes playas de San Jorge y Santa Comba, encontraremos este salvaje y desconocido lugar en el que hay cientos de increíbles vías desperdigadas por muchos de los recónditos sectores que aparecen a lo largo y ancho de todos sus acantilados. Si bien para visitar casi todos los sectores aquí descritos lo más conveniente es hacerlo de la mano de alguno de sus locales, aquí se podría decir que es estrictamente obligatorio ya que se trata, con mucha diferencia, del lugar más expuesto y peligroso de todos los tratados. Es, de alguna manera, el precio a pagar para poder disfrutar de la gran calidad que nos ofrece esta extraordinaria escuela. Cuenta con todas las orientaciones posibles y hay una  gran variedad de vías, grados y estilos (incluida la autoprotección), todo ello aderezado con unos paisajes alucinantes que, seguro, no os dejarán indiferentes.



Tres tomas de Inma practicando la autoprotección
Alfonso comenzando una estética arista muy cerquita del mar
Aunque para córner estético éste...
Misma vía diferente perspectiva

Misma arista por el otro lado

Ahora una de diedro
Y seguimos con una de desplome...
Y pasos muy poco corrientes...
Cambiamos de sector...
Con mucho cuidadín!!!
Aunque el paseíto bien merece la pena
Si no que se lo pregunten a Inés
Placas ligeramente desplomadas de más de 20 metros
La máscara, una de placa placa
Y ahora una de las más míticas...
La increíble fisura desplomada de Titanic
Terminamos con el sector La ventolera
Probablemente uno de los más espectaculares de Prior
Aunque para espectacular esto!!!
Y así llegamos al final de este ficticio (aunque  perfectamente realizable) viaje. Si todas estas jornadas de escalada las combináis con visitas turísticas a los principales pueblos y ciudades, os pegáis alguna que otra fiesta en las innumerables verbenas que se dan lugar cada día por toda la geografía gallega, realizáis actividades complementarias como pueden ser el surf o la bici o, simplemente os tiráis a la bartola en alguna de sus increíbles y paradisíacas playas, os aseguro que cuando os tengáis que marchar sólo podréis pensar en volver.




No sólo de escalada vive el hombre...
Un amanecer cualquiera...
No os olvidéis de llevar una buena "gomática"
Ni un buen bote de cremita (además de la del sol)
Esto es una auténtica pasada!!!
Y hasta aquí hemos llegado... La próxima, más y mejor!!!
Pero esto, como siempre, mejor que no os lo cuenten… Galicia calidade!!!